Están por todos lados. Envases, escaparates, páginas web, revistas, prensa, comercios son algunos de los emplazamientos donde a diario nos encontramos con códigos QR. Pocos expertos dudan de la gran capacidad de estos códigos que están invadiendo nuestra vida cotidiana. Pero, ¿realmente se usan bien o son esclavos de una planificación comercial discutible? Esta semana en QR Question os enseñamos cómo no usar un código QR.
Poco hace falta parta darnos cuenta que estamos rodeados. Una simple mirada a nuestro alrededor nos hará ser conscientes de que los códigos QR están por todas partes. Escanearlo ya es otra historia pero estar, están. Es cierto que muchas campañas de marketing basadas en códigos QR han sido bastante exitosas pero en muchas ocasiones la planificación de este tipo de campañas no se hace de la mejor manera.
- La biblia del buen uso de los códigos QR se sustenta sobre 3 pilares fundamentales: El código debe estar accesible para que sea sencillo de escanear. Debe estar situado en un lugar donde se pueda acceder fácilmente.
- Debe hacer despertar la curiosidad. Es vital que el código despierte nuestro interés. Es lo que hará al usuario sacar su smartphone para escanearlo.
- La página a la que nos lleve el código debe estar optimizada para móviles. ¡Lógico! ¿Verdad? Os sorprendería la inmensa cantidad de códigos que llevan a páginas no optimizadas para dispositivos móviles.
Algunos de los casos de mal uso de los códigos QR los explica Scott Stratten en este vídeo. En él cuenta la frustración que siente cuando le envían por email un código QR y no un link o en lugares donde no hay internet. (Inglés nivel ‘Jelou’ requerido).
A continuación os exponemos algunos casos de usos de códigos QR realmente flagrantes.
- Presupuestos del Estado 2013. ¿Cuál era la intención? Nosotros tampoco tenemos ni idea.
- Bisutería. ¿Cómo lo escaneo? ¿Paramos a la persona que lleve el collar por la calle?
- Autopistas. ¿Tengo que parar el coche cuando voy a 100km/h? ¿Arriesgado no?
- Aviones. ¿Un pájaro? ¿Un avión? Si, un genio el que ideó esto.
- En una página web móvil. ¡¿Cómo escaneo un código QR con mi móvil si el código está en la pantalla?!
- En autobuses. «¡Haz parar a ese bus tengo que escanear ese QR!»
- En el Metro. Colocar un código QR en estaciones subterráneas es mala idea. Más que nada porque si no hay cobertura no hay internet. Si no hay internet no se pueden escanear los códigos. Sentido común.
- Lugares del cuerpo discutibles. Bueno, esta mejor no la comentamos.
- A través de una botella. Mala idea ya que no se podrá escanear correctamente. Y despegar la pegatina intacta es tarea complicada.
Estos son algunos casos de las innumerables estrategias mal diseñadas. En conclusión, estas son algunas de las formas en las que no se deben utilizar los códigos QR:
- Redireccionar códigos QR a un contenido web que no esté adaptado a los dispositivos móviles.
- Enviar en un e-mail el código.
- Incluir códigos QR en vallas publicitarias que no permitan su escaneo por parte del usuario por su tamaño, situación, etc.
- Incluir códigos QR en publicidad del metro cuanto en éste no hay cobertura.
- Las revistas de compañías aéreas llenar de códigos QR no tienen sentido porque en el avión no se puede utilizar Internet.
Los consejos que podemos darte desde QR Question son los siguentes:
- Optimiza el contenido al que rediriges a la gente para que puedan verlo correctamente desde su móvil.
- Utiliza los códigos QR solo en aquellos lugares en los que puedan ser escaneados, teniendo en cuenta su tamaño y distancia del sujeto.
- Asegurarse de que haya Wifi o 3G en el lugar en el que se coloca el código QR.
- Que el código sea lo suficientemente grande y claro como para que teléfonos con baja calidad puedan escanearlo correctamente.
- En caso de que el contenido solo esté optimizado para un tipo de dispositivo, por ejemplo iPhone, indicarlo de algún modo para evitar que otros usuarios lo prueben y tengan una mala experiencia.
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